El noble y antiguo linaje del apellido Burgueño, tiene sus orígenes en un nombre gentilicio, el cual describía en un principio a una persona procedente del lugar de Burgos. Etimológicamente la palabra Burgo adaptada al idioma castellano en el año 1087 fue tomada del latín "Burgos" y éste del germánico "Burg" que significa "ciudad pequeña, fuerte"